Carnaval. Santa Ana Hueytlalpan

Carnaval en el barrio la Palma de la comunidad Santa Ana Hueytlalpan, Tulancingo, Hidalgo, México.

Este primer ejercicio pretende mostrar una comparación del carnaval a partir de las investigaciones realizadas entre 1975-1977 por el Antropólogo Jacques Galinier, publicadas en su libro “La Mitad del mundo: Cuerpo y cosmos en los rituales otomíes”, sugerido por miembros de la cuadrilla del barrio la Palma.

En “La Mitad del mundo” Jacques Galinier documenta los constantes cambios de los rituales indígenas de la zona otomí, que han transformado su pensamiento en respuesta a la opresión de la evangelización cristiana y el protestantismo, que dejaron como resultado el abandono y la destrucción de los edificios de culto y generaron reacciones de rechazo ante la cultura otomí, acciones que precipitaban la extinción del carnaval y otros rituales indígenas.

Santa Ana Hueytlalpan contaba entonces con una auténtica comunidad indígena, con raíces profundamente arraigadas, en donde el 90% de sus habitantes se expresaba aún en su lengua madre, el otomí, lo que le permitió resistir a los fenómenos de intrusión política y económica del estado. En su origen el territorio de Santa Ana se limitaba a un solo barrio, la Ciénega, situado al pié del cerro sagrado, el Cerro Napateco.

Santa Ana cuenta ahora con 5705 habitantes, según el último censo de población publicado por el INEGI, de los cuales, sólo el 35.8% conserva su lengua madre. La organización territorial sigue una marcada división entre barrios: La Ciénega, Tecocuilco, La Luz, La Palma, Atlalpan y San Felipe.

La búsqueda de prestigio entre los barrios que conforman la comunidad da lugar a la innovación en la indumentaria que se va transformado con los años y da cuenta de la realidad social del momento. Pese al paso del tiempo se conservan los elementos tradicionales de rango superior: zentϕ “viejo mayor”, pϕmbe “vieja madre”, šihta “viejo, padre podrido”, hϕtišu “dama, muchacha que hace el amor” (Actualmente las mujeres forman parte de las cuadrillas en el papel de las “damas” y “vieja madre). Mientras que los elementos de rango inferior están relacionados los roles de la sociedad urbana y con personajes propios del cine y la televisión.

En el carnaval debe haber un ganador; en este caso se trata del barrio que haya logrado conjuntar un número elevado de danzantes, la belleza en los trajes, la presencia de una banda de música y la magnificencia de los juegos pirotécnicos. Cada barrio organiza una cuadrilla de danzantes, que tradicionalmente, bailan al ritmo de la chirimía y el tambor, ejecutados por músicos de la comunidad, la apertura del carnaval comienza con la limpia de los danzantes por parte de un chamán del barrio y cada día termina con una ceremonia chamánica en el oratorio del barrio, mientras dura el carnaval.

Todos los barrios tienen la obligación de confeccionar un “torito”, aún en la actualidad, consiste en un armazón cilíndrico de madera cubierto con petate y una máscara de toro realizada en madera que se sostiene del eje del armazón. El torito sirve de emblema para cada barrio y es destruido al finalizar el carnaval, sin embargo, la máscara se conserva y se utiliza año con año.


Sobre un espacio sagrado, los hombres de cada barrio, erigen el palo ceremonial rematado por una bandera confeccionada por el padrino, reclutado un año anterior durante la erección, quien desempeña un papel honorífico al distinguir a su barrio con dicha bandera.

El sacrificio del “torito”

Éste registro fotográfico está enfocado en el ritual del sacrificio del toro de la cuadrilla del barrio La Palma, por lo que a continuación se menciona la descripción del ritual realizada por Jacques Galinier.

Acto 4: el sacrificio del “torito”. La mañana del miércoles es consagrada a la persecución del “torito”. La tarea de quien lo lleva consiste en quebrar con los cuernos del animal una olla llena de ofrendas, que cuelga de la cuerda del “palo de horca”, mientras los otros danzantes intentan torpemente lazarlo y distraer la atención del danzante (nemãntãni), blandiendo una lanza. Terminado este episodio, las “cuadrillas” se dispersan haciendo mucho ruido por todo el barrio, visitando los hogares de los titulares de los cargos y distribuyéndose a lo largo de un recorrido que sigue los límites de su territorio. Los danzantes de La Palma se dirigen hacia Cebollita (en dirección de Tulancingo), los de La Luz toman la dirección de una loma situada al noroeste del poblado, los de Tecocuilco van hasta Palo Gordo, en los límites de Metepec. En los dos barrios vecinos del Cerro Napateco (Atlalpan y Ciénega) el “torito” debe llevar, clavado en el lomo, flores silvestres intercaladas con ramos de “escobeta” (Baccharis sp.). Cuando la procesión llega al centro ceremonial del barrio, la lucha se intensifica entre los que acosan al “torito”, provistos de un lazo, y los danzantes que, con ayuda de un carrizo, tratan de protegerlo. Solamente una “dama” (hϕšisu) figura entre los defensores. Al paso de las horas, el combate se amplifica y gana en agresividad. Una vez capturado, el “torito” es arrastrado por las calles del barrio e introducido luego en la casa ceremonial, donde lo colocan al pie del altar doméstico. Momentos más tarde es conducido con precaución ante el altar provisional del Señor de Chalma, erigido para tal efecto en el centro del barrio. Los danzantes se hincan respetuosamente unos tras otros y luego el “torito” es detenido un instante ante el palo de la bandera, en cuya base se deposita una bandeja llena de pulque curado con cebolla y chile. Los danzantes beben el pulque de inmediato, y el que lleva el “torito” hunde la cabeza del “animal” en el recipiente, azotándolo con violencia. Luego se detiene: el “torito” ha muerto. Los lazadores lo sujetan entonces por las extremidades y es despedazado instantáneamente en el campo vecino; los danzantes se hacen arrastrar sobre sus despojos a través de remolinos de polvo. Empieza ya a obscurecer cuando un baile viene a clausurar el carnaval, en tanto que los últimos danzantes agitan aún los restos del “torito” desarticulado.


Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 1 Cuadrilla del barrio La Palma con palo ceremonial al fondo

Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 2 zentϕ y šihta ofrendan a pϕmbe y hϕtišu

Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 3 Ofrenda de zentϕ a pϕmbe 

Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 4 šihta ofrenda pollo decapitado.

Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 5 Sacrificio del toro: Lazamiento. El toro es perseguido y lazado por un grupo de danzantes frente al cerro sagrado de Napatenco.

Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 6 Sacrificio del toro: Persecución.

Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 7 Sacrificio del toro: El toro es lazado y arrastrado.

Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 8 Sacrificio del toro: Arrastre. Los lazadores jalan al toro mientras los danzantes se aferran a su armazón.

Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 9 Sacrificio del toro: Danzante bebe pulque curado con cebolla y chile.

Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 10 Sacrificio del toro: La muerte. Danzante hunde la cabeza del toro en el recipiente de pulque hasta romperlo.

Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 11 Sacrificio del toro: Muerte. Restos del contenedor del pulque al pie del palo ceremonial.

Carnaval, Santa Ana, Tulancingo, Hidalgo, Cultura, CRESPIAL, UNESCO, Diana Avilés Samperio, Eloy Monter Hernández, Fotografía 12 Sacrificio del toro: Hoguera. Los danzantes encienden una hoguera frente al palo ceremonial para quemar sus trajes y dar lugar al cierre del carnaval con la presentación musical.

Descargar PDF


Investigación y registro fotográfico

LDG Eloy Monter Hernández
LAV Diana Avilés Samperio

Con el apoyo de la cuadrilla del barrio La Palma,
Santa Ana Hueytlalpan. Tulancingo, Hidalgo.
México, Febrero de 2016.

Nuestro agradecimiento al equipo CRESPIAL
Gabriela Valenzuela B. y Pedro Ramos Chávez
Por su apoyo durante el Taller Virtual:
Metodologías participativas de Registro fotográfico y audiovisual del PCI


Con información del libro:

La Mitad del mundo: Cuerpo y cosmos en los rituales otomíes

Autor: Jacques Galinier
Traductor: Angela Ochoa y Haydée Silva
Editor: Centro de estudios mexicanos y centroamericanos, Instituto Nacional
Indigenista, Universidad NacionalAutónoma de México.
Año de edición: 1990
Publicación en OpenEdition Books: 4 junio 2014
Colección: Hors collection
ISBN electrónico: 9782821846173

Edición impresa
ISBN: 9789683611086
Número de páginas: 746

No hay comentarios:

Publicar un comentario